Con el paso del tiempo las costumbres van cambiando y cada vez se hacen más latentes las actitudes equivocadas de los jóvenes que sin entender en si su procedencia, quieren vivir de apariencias. Los casos más insólitos de negación de padres, estrato, trabajos y actividades diarias, ante quienes quizá muestran de su posición material y no mental. En pleno siglo XXI es casi imposible encontrar gente que realmente sea humilde, y cuando hablamos de humildad no nos referimos a la posición económica, sino a esa persona que es humana, que siente y desea salir adelante, esa misma que cuando sabe que ha cometido un error baja la cabeza y desea solucionarlo, ese ser que piensa en un, como se dice coloquial-mente,"ECHAR PA´ LANTE".
Sin embargo, hay jóvenes que sin importar se sienten orgullosos de donde vienen, y es más importante una verdad que una mentira que tienes que sostener con otras, ya que no importa tu casa, tu barrio, tu pueblo, importan tus sentimientos y tu capacidad de crear y de surgir. Realmente importa lo que eres no tu procedencia.